vacaciones movilidad reducida

Vacaciones de verano accesibles para personas con movilidad reducida

Llega el verano y con él las ansiadas vacaciones, pero a veces elegir un destino puede complicarse.

Si bien viajar puede ser emocionante, algunas personas con discapacidad pueden sentirse reacias a embarcarse en esta aventura debido a desafíos adicionales que puedan encontrar. Es una realidad que muchos lugares no están todo lo adaptados que deberían para que cualquier persona pueda disfrutarlos. Sin embargo, con una planificación adecuada, todos podemos viajar en vacaciones.

En este post exploraremos algunos aspectos a tener en cuenta antes de irse de viaje:

  1. Elegir un destino accesible y que cuente con actividades adaptadas a nuestras necesidades y, sobre todo, que sean de nuestro interés .
  2. Elegir un medio de transporte: una vez decidimos el lugar al que queremos ir, debemos ver cual es la mejor forma de desplazarnos. Si decidimos viajar en avión es importante informar a la aerolínea sobre las necesidades de movilidad y ayudas técnicas que se necesitan llevar.
  3. Buscar un alojamiento que se adapte a las necesidades de la persona que viaja. Ponerse en contacto previamente con el alojamiento para informar de nuestras necesidades y que nos confirmen si el alojamiento las cumple es siempre una buena idea para evitar sorpresas indeseadas.
  4. Respetar las rutinas necesarias para mantener un buen estado de salud. A veces parece que en vacaciones todo vale, pero hay ciertos cuidados básicos que no debemos pasar por alto (frecuencia de cambios posturales, toma de medicación necesaria y otros cuidados que pueda necesitar cada persona). Es recomendable llevar la medicación y productos de cuidado necesarios para todo el período de vacaciones, pues podría resultarnos más complicado encontrarlos en nuestro lugar de destino.
  5. Tomarnos nuestro tiempo para cada visita, no presionarnos demasiado. Las vacaciones son para relajarnos y disfrutar, por ello debemos respetar nuestro propio ritmo para las actividades que realicemos.

Es innegable que cuando existe una limitación importante en la movilidad, viajar se vuelve más difícil y debemos tener en cuenta muchas más cosas, pero no por ello tenemos porque renunciar a irnos de vacaciones. Con una buena planificación es posible tener una buena experiencia en vacaciones, independientemente de si tenemos o no una discapacidad.

La imagen anteriormente utilizada ha sido obtenida del siguiente sitio web enlace


Fisioterapia en dolor neuropático

Comprendiendo el dolor neuropático

Mientras que el dolor nociceptivo se inicia como una respuesta protectora del cuerpo a una lesión o enfermedad, el dolor neuropático se produce debido a una disfunción del sistema nervioso. Puede ser causado por diversas condiciones, como lesiones en los nervios, herpes zóster, lesiones en la médula espinal, accidentes cerebrovasculares u otras afectaciones neurológicas. A diferencia del dolor agudo, el dolor neuropático puede persistir durante semanas, meses e incluso años.

Los síntomas del dolor neuropático varían de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen:

  1. Sensaciones de quemazón, hormigueo o pinchazos.
  2. Dolor punzante o lancinante.
  3. Sensibilidad extrema al tacto o cambios de temperatura.
  4. Entumecimiento o debilidad en las extremidades.
  5. Dolor que empeora durante la noche.
  6. Dolor que se dispara o se extiende a otras áreas del cuerpo.

El tratamiento del dolor neuropático puede ser complejo y requiere un enfoque interdisciplinario que incluye la fisioterapia.

Los fisioterapeutas a través de movilizaciones estandarizadas, podemos realizar pruebas que ponen en estrés diferentes estructuras y de esta forma saber si existe alguna disfunción, como puede ser un exceso de tensión neural. Si se detecta un exceso de tensión, existen movilizaciones pueden ayudar a que los nervios se puedan deslizar mejor y de esta forma no sufran tanto cada vez que realizamos un movimiento que los pone en tensión. Un programa de ejercicio terapéutico adaptado a las necesidades de cada persona, también puede ayudar y prevenir o romper el habitual circulo vicioso de dolor, inmovilidad y discapacidad.

A veces puede ser difícil lidiar con el dolor neuropático, especialmente si existe una lesión permanente en el sistema nervioso, como puede ser una lesión medular. En estos casos es importante una buena educación sobre el dolor; saber que estímulos son los que empeoran tu dolor y cuáles son los que lo mejoran puede ayudar mucho. De forma genérica, el dolor neuropático no se lleva bien con cambios bruscos de temperatura o posturas mantenidas que causan demasiado estrés al sistema nervioso.

Vivir con dolor neuropático no es fácil, pero buscar apoyo, aprender sobre tu condición y adoptar estrategias de autocuidado pueden marcar una gran diferencia en tu calidad de vida. Recuerda que cada persona es única y puede requerir un enfoque personalizado para manejar su dolor .