Fisioterapia del Suelo Pélvico en Patologías Neurológicas
En nuestro último artículo, explicamos que las afectaciones de la función vesical, intestinal y sexual son muy frecuentes en personas con patologías neurológicas. Sin embargo, la fisioterapia del suelo pélvico en patologías neurológicas está todavía poco estudiada. Se requieren investigaciones con muestras más amplias y homogéneas para generar evidencia científica sólida y establecer recomendaciones de tratamiento claras. A pesar de estas limitaciones, la Asociación Europea de Urología enfatiza la importancia del tratamiento conservador como primera línea de acción.
El entrenamiento de los músculos del suelo pélvico puede ser beneficioso para aquellos pacientes que conservan la capacidad de contraerlos voluntariamente. La capacidad de contraer la musculatura del suelo pélvico varía según la naturaleza y gravedad de la afectación neurológica. Por ejemplo, en el caso de una persona con lesión medular, va a depender de la localización de la lesión y, sobre todo, de si la lesión es completa o incompleta. Un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico puede evaluar esta capacidad contráctil y diseñar un programa de fortalecimiento muscular adaptado a cada caso. Si existe contracción, aunque sea débil, puede trabajarse para fortalecer esta musculatura, al igual que lo hacemos en otros músculos del cuerpo.
La estabilidad central del cuerpo, conocida como "core stability", desempeña un papel crucial en la estabilidad de la pelvis y en los mecanismos de continencia. Por lo tanto, se recomienda iniciar el tratamiento específico del suelo pélvico una vez que el paciente haya alcanzado una estabilidad central adecuada, es decir, cuando consiga mantener una sedestación erguida activa y estable.
Además, el control postural y respiratorio también son mecanismos neuromuscularmente dependientes. Desde la fisioterapia podemos evaluar y mejorar el tono y la función de los músculos implicados en estos procesos, como son el diafragma, el transverso del abdomen, los oblicuos internos y los músculos del suelo pélvico.
En cuanto a las técnicas de tratamiento, las Guías de Práctica Clínica actuales respaldan la combinación de diversas modalidades, como la terapia manual, la electroterapia, el ejercicio terapéutico y el biofeedback. Es responsabilidad del fisioterapeuta seleccionar las técnicas más adecuadas para cada paciente, basándose en un proceso de razonamiento clínico.
En resumen, aunque queda mucho por investigar en el campo de la fisioterapia del suelo pélvico en pacientes neurológicos, la experiencia clínica respalda la importancia de conseguir una buena estabilidad postural central antes de abordar de manera específica la musculatura del suelo pélvico. Es esencial combinar varias técnicas de tratamiento, siempre bajo un enfoque clínico reflexivo y adaptado a las necesidades de cada individuo.
¿Te preguntas si podrías beneficiarte de un tratamiento específico del suelo pélvico? ¡Estamos encantados de anunciar que ahora ofrecemos un servicio de fisioterapia del suelo pélvico en nuestra clínica! No dudes en ponerte en contacto con nosotros para que podamos evaluar tu caso.
La información de este post ha sido extraída del libro Torres M, Meldaña A. Fisioterapia del Suelo Pélvico. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2022.
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Disfunciones del suelo pélvico en patologías neurológicas
La incontinencia y la disfunción sexual son secuelas comunes que afectan significativamente a la calidad de vida de personas con diversas patologías neurológicas. Estas alteraciones pueden surgir debido a fallos en la comunicación entre los órganos responsables y el cerebro, así como en el control de la musculatura implicada.
El correcto funcionamiento del tracto urinario inferior depende de la coordinación precisa entre sus órganos y estructuras, regulada por un complejo sistema nervioso que involucra desde centros cerebrales hasta la médula espinal y el sistema nervioso periférico. Por ende, las alteraciones en este sistema pueden desencadenar disfunciones en el suelo pélvico.
Estudios de resonancia magnética cerebral han revelado las áreas cerebrales implicadas en las contracciones de la musculatura del suelo pélvico (MSP). Se sabe que la actividad voluntaria de la MSP predomina en el área motora suplementaria, que se encarga de la planificación y coordinación de movimientos complejos. Otras zonas que también se activan durante las contracciones de la MSP son: la corteza motora primaria, el puente ventral, la sustancia gris periacueductal, la corteza cingulada anterior, el cerebelo, el tálamo y el putamen. Por lo tanto, se ha visto implicación de numerosas zonas cerebrales en la contracción de la MSP, lo cual explica que muchas patologías que tienen su origen a nivel cerebral puedan cursar con disfunciones en el suelo pélvico.
¿Y qué pasa a nivel medular? Para entender las disfunciones que presentan las personas con patologías que tienen su origen en la médula espinal, debemos hablar del sistema nervioso autónomo (SNA). El SNA relaciona el sistema nervioso central y periférico con todos los órganos del cuerpo, entre ellos la vejiga, el intestino y los órganos sexuales. Se sabe que las estructuras relacionadas con el control de los esfínteres y la función sexual reciben una inervación tanto somática como autónoma. Los componentes del SNA se han dividido tradicionalmente en actividad simpática y parasimpática. El tracto urinario inferior recibe su inervación simpática de las neuronas preganglionares situadas a nivel medular en los segmentos de T10 a L2. La actividad parasimpática, incluye dos vías, una a nivel del encéfalo y otra a nivel del sacro. En los segmentos medulares S2-S4 se originan las neuronas preganglionares parasimpáticas que aportan inervación autónoma al tracto urinario inferior y viajan a través de los nervios pélvicos y pudendo. Esto explica que una persona con una lesión en la médula espinal por encima de T10 pueda tener alteraciones en la función vesical regulada por el sistema nervioso simpático y parasimpático. Las personas con afectación sacra tendrán afectadas las funciones reguladas por el sistema nervioso parasimpático. El hecho de que la lesión sea completa o incompleta será lo que determinará la posibilidad de que pueda existir cierto control de esta función.
En relación a la implicación del SNA, recientemente se ha descubierto que la MSP no solo está formada por tejido muscular estriado (de contracción voluntaria), sino también por tejido muscular liso (perteneciente al SNA, de control involuntario).
En el marco de incontinencia urinaria asociada a patologías neurológicas, debemos hablar de incontinencia neurógena por vejiga neurógena hiperactiva. Se caracteriza por sensación de urgencia urinaria, con o sin incontinencia, aumento de la frecuencia diaria y nicturia (pérdida de orina en la fase de sueño). Ocurre en el contexto de patologías neurológicas con sensación conservada al menos parcialmente.
En relación a los síntomas intestinales, un 80% de las personas con patologías neurológicas experimentan problemas de intestino neurógeno. Esto da lugar a dos síntomas principales que suelen coexistir: la incontinencia anal y el estreñimiento, que a menudo se vuelven crónicos. La falta de movilidad también puede contribuir y agravar estos problemas.
Las alteraciones en la función sexual surgen de la afectación tanto del control somático como del sistema nervioso autónomo implicada en la excitación de los órganos sexuales. A día de hoy sigue siendo un tema del que se habla muy poco, pero que puede preocupar mucho a las personas afectadas.
Es importante que si experimentas alguno de estos problemas se lo comuniques a tu médico de referencia para que pueda valorar mejor todos tus síntomas y aconsejarte sobre qué medidas llevar a cabo.
En los siguientes post hablaremos sobre el lugar que ocupa la fisioterapia del suelo pélvico en el manejo de disfunciones asociadas a problemas neurológicos, asique si te interesa el tema no te pierdas las siguientes publicaciones.
La información de este post ha sido extraída del libro Torres M, Meldaña A. Fisioterapia del Suelo Pélvico. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2022.
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5 de mayo de 2024
¿En qué consiste la fisioterapia respiratoria?
¿Has oído hablar sobre la fisioterapia respiratoria, pero no sabes bien en que consiste? ¿Quieres saber cómo un fisioterapeuta puede ayudarte a respirar mejor? ¡Sigue leyendo para descubrirlo todo!
Indicaciones y Patologías:
La fisioterapia respiratoria está indicada en una amplia gama de patologías:
- Enfermedades neurológicas que afectan a la función respiratoria. Para más información consulta aquí.
- Procesos infecciosos que afectan a la vía aérea: bronquiolitis, bronquitis, neumonías...
- Enfermedades respiratorias crónicas: asma, fibrosis quística, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Objetivos:
Los objetivos de la fisioterapia respiratoria son variados e incluyen:
- Facilitar la eliminación de secreciones de la vía aérea.
- Disminuir el riesgo de sobreinfección.
- Favorecer el intercambio gaseoso.
- Mejorar la tolerancia al esfuerzo, lo que permite realizar actividades cotidianas con mayor facilidad.
- Mejorar la calidad de vida en aspectos como el sueño, la alimentación, el confort y la sensación de falta de aire.
Intervención:
Una sesión de fisioterapia respiratoria comienza con una valoración del paciente, que incluye una entrevista clínica, exploración física y auscultación pulmonar. Basándose en esta evaluación, se determina si es adecuado o no llevar a cabo la sesión de fisioterapia respiratoria.
Según la valoración realizada se seleccionan las técnicas más apropiadas. Estas técnicas pueden ser pasivas o activo-asistidas, dependiendo de la edad del paciente y su capacidad de colaboración. Algunas de las técnicas comunes incluyen la aplicación de compresión en el tórax y abdomen, acompañando o resistiendo la inspiración o espiración del paciente. De este modo podemos modificar el flujo aéreo y hacer llegar aire a zonas poco ventiladas del pulmón, así como movilizar secreciones.
Además de la eliminación de secreciones, la fisioterapia respiratoria también incluye intervenciones para entrenar la fuerza de los músculos respiratorios.
Para un mayor alcance de la intervención, se proporcionan pautas a los pacientes y a sus familias para continuar parte del trabajo en el domicilio. Esto incluye, por ejemplo, enseñar a realizar ejercicios específicos, lavados nasales o nebulizaciones.
Fisioterapia en enfermedades neurodegenerativas
Las enfermedades neurodegenerativas son un grupo de enfermedades caracterizadas por la degeneración progresiva de distintos tipos de células nerviosas y sus conexiones. Este proceso de pérdida de células nerviosas conduce a disfunciones en el sistema nervioso y a la aparición de síntomas que pueden afectar, entre otras funciones, a la motora. Es precisamente en esta función donde la fisioterapia juega un papel crucial.
Afrontar el diagnóstico de una enfermedad neurodegenerativa supone un gran reto. Sin embargo, es importante comprender que no todo está perdido y que no debemos dejarnos ir. Una intervención temprana puede ayudar a mantener las distintas funciones corporales en el mejor estado posible.
A menudo veo en consulta a personas que, en medio de la incertidumbre, acuden para ver si se puede hacer algo. Sus expectativas suelen ser bajas porque ya les han explicado el curso progresivo de su enfermedad. A veces resulta difícil comprender cómo la fisioterapia puede ayudar a una persona con una enfermedad neurodegenerativa que, en muchas ocasiones, ni siquiera tiene un tratamiento médico específico.
En este artículo, vamos a explicar el enfoque que la fisioterapia puede aportar. Lógicamente, los fisioterapeutas no podemos eliminar la enfermedad y hay factores de su progresión que no vamos a poder controlar. Lo que si podemos hacer es intentar mantener las estructuras y funciones corporales en el nivel más óptimo posible para dar la máxima independencia y calidad de vida a la persona en cada momento. De este modo, incluso en medio del avance de la enfermedad y la posibilidad de un deterioro, siempre partimos de un estado inicial más favorable.
¿Cómo podemos hacer esto? Siempre empezaremos por valorar en qué condiciones se encuentra la persona: rangos de movimiento activos y pasivos, fuerza, flexibilidad, resistencia, capacidad aeróbica, capacidad respiratoria, equilibrio... Vamos a intervenir en aquellas áreas que estén interfiriendo más en los aspectos relevantes para cada persona. Por ejemplo, no tiene el mismo impacto tener una baja capacidad aeróbica por una mala función ventilatoria para una persona que lleva una vida sedentaria, que para otra que le gusta practicar alguna actividad física. Por ello, siempre decimos que cada caso es único y debemos tratarlo como tal.
La caja de herramientas de la fisioterapia para tratar las alteraciones asociadas a enfermedades neurodegenerativas incluye: ejercicio terapéutico (abarcando entrenamiento aeróbico, de fuerza y de flexibilidad), técnicas de terapia manual para preservar rangos de movimiento y normalizar el tono neuromuscular, así como técnicas de fisioterapia respiratoria, entre otras. Es importante comprender que el papel de la fisioterapia va más allá del manejo del dolor, contribuyendo activamente a la mejora funcional y al bienestar general.
¿Por qué acudir a un fisioterapeuta especializado en neurorrehabilitación? La especialización en este ámbito implica una formación más específica y actualizada, permitiendo un abordaje más preciso de las patologías neurológicas. La fisioterapia neurológica se convierte así en una ayuda muy útil para afrontar una enfermedad neurodegenerativa.
En relación a estos planteamientos, diversos estudios científicos respaldan la utilidad de la fisioterapia en enfermedades neurodegenerativas. Entre ellos, podemos mencionar la revisión de Ferreira et al. (2016) que evidencia mejoras en la función ventilatoria y fuerza muscular respiratoria en pacientes con esclerosis múltiple y esclerosis lateral amiotrófica, así como el metaanálisis de Radder et al. (2020) que examina modalidades de tratamiento en fisioterapia para la enfermedad de Parkinson.
Este respaldo científico subraya la importancia y eficacia de la fisioterapia y, específicamente, de la fisioterapia neurológica, como un aliado fundamental en el manejo integral de las enfermedades neurodegenerativas.
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Bibliografia:
- Ferreira, Gustavo D., et al. Respiratory training improved ventilatory function and respiratory muscle strength in patients with multiple sclerosis and lateral amyotrophic sclerosis: systematic review and meta-analysis. Physiotherapy 102.3 (2016): 221-228.
- Radder DLM, Lígia Silva de Lima A, Domingos J, et al. Physiotherapy in Parkinson’s Disease: A Meta-Analysis of Present Treatment Modalities. Neurorehabilitation and Neural Repair. 2020;34(10):871-880. doi:10.1177/1545968320952799.
Ictus: Descubre por qué No Hay Dos Iguales
¿Por qué no todos los ictus son iguales?
Es habitual que cuando una persona ha tenido un ictus se compare con otras personas conocidas que han pasado por lo mismo. Sin embargo, esto no es recomendable, ya que existen múltiples factores que condicionan que cada persona experimente el ictus de forma diferente:
- Diferentes causas: Los ictus pueden clasificarse en dos categorías principales: isquémicos y hemorrágicos. Los isquémicos son causados por la obstrucción de un vaso sanguíneo en el cerebro, mientras que los hemorrágicos ocurren cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra en el cerebro.
- Variedad de síntomas: Los síntomas de un ictus pueden variar ampliamente en función de las áreas del cerebro afectadas. De este modo, pueden aparecer alteraciones motoras, sensitivas, relacionadas con el equilibrio... También pueden darse alteraciones cognitivas, dificultades en la comunicación y/o deglución, problemas de visión... De aquí la importancia del trabajo en equipo de diferentes profesionales: fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, psicólogos, neuropsicólogos, ópticos...
- Grados de gravedad: Los ictus no solo difieren en sus causas y síntomas, sino también en su gravedad. Algunas personas pueden sufrir un ictus transitorio, conocido como accidente isquémico transitorio (AIT), que es una señal de advertencia de un mayor riesgo de un ictus completo. Estos episodios suelen ser temporales y no causan daño cerebral duradero.
- Situación previa de la persona afectada: la condición física previa de una persona puede tener un impacto significativo en su recuperación posterior. Las personas que han tenido una vida más activa física y mentalmente parten de una situación de ventaja.
- Rehabilitación: Realizar un tratamiento específico, centrado en la mejora de los síntomas que presenta la persona es crucial a la hora de alcanzar mayores éxitos en la recuperación.
- Motivación hacia la recuperación: La recuperación después de un ictus puede ser un proceso largo. De poco sirve el trabajo que realiza el profesional de la salud, si la persona no se implica de forma activa en la terapia. La motivación ayuda a la persona a mantener la constancia y el compromiso a lo largo del tiempo.
- Apoyo e implicación del entorno más cercano: el apoyo emocional y manejo que aportan las personas más allegadas puede contribuir de manera significativa al bienestar de la persona afectada. Además, trabajar en conjunto con los profesionales de la salud ayudará al progreso de la rehabilitación.
En resumen, los ictus no son una entidad homogénea y por ello no tiene sentido hacer comparaciones entre distintas personas que han tenido un ictus. Cada caso es único, y la rápida identificación de los problemas principales y aplicación del tratamiento adecuado son fundamentales para la recuperación.
Si quieres saber más sobre el manejo de una persona con ictus agudo no te pierdas nuestro post https://neurolar.es/2023/05/06/ictus-agudo-importancia-del-manejo-y-posicionamiento/.
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10 consejos para prevenir un ictus
Los ictus son una de las principales causas de discapacidad y mortalidad a nivel mundial. Según estimaciones de la OMS, en 2016 se produjeron aproximadamente 13.7 millones de ictus en todo el mundo.
Es importante destacar que el riesgo de padecer un ictus se puede reducir mediante la adopción de un estilo de vida saludable y el control de los factores de riesgo. Algunas medidas importantes son las siguientes:
- Consulta médica regular: Realiza las revisiones médicas y analíticas que te corresponden. De esta forma podrás detectar precozmente si tienes algún factor de riesgo que debas controlar.
- Control de la presión arterial: La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo para los ictus. Mantén una presión arterial saludable a través de cambios en la dieta, ejercicio y, si es necesario, medicamentos recetados.
- Control del colesterol: Esto se puede lograr a través de una dieta saludable, realización de ejercicio, y, si es necesario, medicamentos recetados.
- Control de la diabetes: Si tienes diabetes, mantener un control de tus niveles de glucosa en sangre puede reducir significativamente el riesgo de ictus. Esto incluye seguir las recomendaciones de tu médico, llevar una dieta equilibrada y tomar los medicamentos según lo recetado
- Mantener un peso saludable: La obesidad aumenta el riesgo de ictus. Mantén un peso corporal dentro de los rangos recomendados a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
- Manejo del estrés: El estrés crónico puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidos los ictus. Es importante una gestión adecuada del tiempo, intentando tener suficiente de descanso y relajación.
- Dejar de fumar: El tabaquismo es un factor de riesgo importante para los ictus. Dejar de fumar es una de las mejores cosas que puedes hacer para reducir tu riesgo.
- Reducción del consumo de alcohol: El exceso de alcohol puede aumentar la presión arterial y el riesgo de ictus.
- Educación y concienciación: Aprende sobre los signos y síntomas de un ictus y actúa rápidamente si observas alguno de ellos. Para más información consulta nuestro post sobre como detectar un ictus.
- Estilo de vida saludable (alimentación sana, descanso suficiente y ejercicio regular): en realidad, todos los puntos anteriores se podrían resumir en este, ya que la mayoría de los factores de riesgo de padecer un ictus pueden prevenirse con un estilo de vida saludable. Esto no quiere decir que no podamos hacer una excepción algún día, pero debería ser solo eso, una excepción y no algo habitual.
Recuerda que la prevención es clave para reducir el riesgo de ictus. Adoptar un estilo de vida saludable y controlar los factores de riesgo son pasos importantes para proteger tu salud cerebral y cardiovascular. Si tienes preocupaciones específicas sobre tu salud o tus riesgos personales, consulta con tu médico para obtener orientación personalizada.
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Ictus: los signos que debes conocer y actuar
El "código ictus" es un término utilizado en la atención médica de emergencia para referirse a un protocolo específico que se activa cuando se sospecha que una persona está teniendo un ictus. El objetivo de este código es garantizar una respuesta rápida y adecuada para diagnosticar y tratar a la persona afectada lo antes posible, ya que el tiempo es crítico en el tratamiento del ictus.
Para ello es importante que toda la población tengamos unos conocimientos mínimos sobre cuales son los primeros signos de un ictus y cómo actuar si sospechamos que alguien cercano a nosotros está sufriendo un ictus.
Es importante recordar el acrónimo FAST (por sus siglas en inglés) como una guía rápida para reconocer los signos de un ictus:
- F: Face (Rostro): Pídele a la persona que sonría. Si uno de los lados de su rostro se cae o se ve torcido, puede ser un signo de ictus.
- A: Arms (Brazos): Pídele a la persona que levante ambos brazos. Si uno de los brazos cae o no puede levantarse, esto puede ser un signo de ictus.
- S: Speech (Habla): Pídele a la persona que repita una frase sencilla. Si su habla está confusa, arrastrada o incomprensible, esto puede ser un signo de ictus.
- T: Time (Tiempo): Si observas alguno de estos signos, llama de inmediato a los servicios de emergencia y recuerda la hora en que comenzaron los síntomas. El tiempo es crítico en el tratamiento del ictus.
No subestimes la importancia de actuar rápidamente, ya que el tratamiento temprano puede ayudar a reducir el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación.
Para más información sobre la como reducir el riesgo de tener un ictus consulta nuestro post 10 consejos para prevenir un ictus.
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Vuelta al cole: cómo elegir una mochila
Septiembre ya está aquí y casi tenemos que despedir el verano para dar la bienvenida a un nuevo curso escolar.
Estamos en época de compras escolares y un aspecto importante es la elección de una mochila. Se espera que la mochila acompañe al niño durante todo el curso. Por lo tanto, es una decisión que no debemos tomar a la ligera y en la que hay que tener en cuenta muchos más aspectos que la moda del momento.
Algunas de las recomendaciones a la hora de elegir una mochila son las siguientes:
- Tamaño y capacidad: La mochila debe ser lo suficientemente grande para llevar el material escolar, pero no tan grande que resulte incómoda o abrumadora para el niño. Una mochila demasiado grande podría causar problemas de espalda.
- Diseño ergonómico: NO recomendamos mochilas de ruedas o bandoleras, ya que promueven un patrón de carga asimétrico, lo cual puede dar lugar alteraciones posturales y/o estructurales en el desarrollo musculo-esquelético del niño . Opta mejor por una mochila para llevar a la espalda con correas ajustables y acolchadas para los hombros. Las correas anchas ayudan a distribuir el peso de manera más uniforme. Un respaldo acolchado que se adapte cómodamente a la espalda del niño también dará mayor confort.
- Peso vacío: Asegúrate de que la mochila en sí no sea demasiado pesada, ya que al añadir el material escolar aumentará el peso total. Una mochila ligera es especialmente importante para los niños más pequeños.
- Facilidad de uso: Opta por una mochila que sea fácil de abrir y cerrar para el niño. Cremalleras y cierres de calidad son esenciales para evitar frustraciones.
- Reflectores: Si el niño camina o va en bicicleta a la escuela, una mochila con elementos reflectantes puede aumentar su visibilidad y seguridad.
- Diseño: Invita al niño a participar en la elección para que pueda expresar sus preferencias en cuanto a diseño, color, dibujos... Elegir algo que le guste puede aumentar su entusiasmo por llevarla.
En conclusión, la elección de la mochila escolar adecuada para tu hijo es esencial para su comodidad y salud a largo plazo. Con estas pautas en mente, estarás bien preparado para encontrar la mochila perfecta que se ajuste sus necesidades. ¡Feliz vuelta al cole!
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Vacaciones de verano accesibles para personas con movilidad reducida
Llega el verano y con él las ansiadas vacaciones, pero a veces elegir un destino puede complicarse.
Si bien viajar puede ser emocionante, algunas personas con discapacidad pueden sentirse reacias a embarcarse en esta aventura debido a desafíos adicionales que puedan encontrar. Es una realidad que muchos lugares no están todo lo adaptados que deberían para que cualquier persona pueda disfrutarlos. Sin embargo, con una planificación adecuada, todos podemos viajar en vacaciones.
En este post exploraremos algunos aspectos a tener en cuenta antes de irse de viaje:
- Elegir un destino accesible y que cuente con actividades adaptadas a nuestras necesidades y, sobre todo, que sean de nuestro interés .
- Elegir un medio de transporte: una vez decidimos el lugar al que queremos ir, debemos ver cual es la mejor forma de desplazarnos. Si decidimos viajar en avión es importante informar a la aerolínea sobre las necesidades de movilidad y ayudas técnicas que se necesitan llevar.
- Buscar un alojamiento que se adapte a las necesidades de la persona que viaja. Ponerse en contacto previamente con el alojamiento para informar de nuestras necesidades y que nos confirmen si el alojamiento las cumple es siempre una buena idea para evitar sorpresas indeseadas.
- Respetar las rutinas necesarias para mantener un buen estado de salud. A veces parece que en vacaciones todo vale, pero hay ciertos cuidados básicos que no debemos pasar por alto (frecuencia de cambios posturales, toma de medicación necesaria y otros cuidados que pueda necesitar cada persona). Es recomendable llevar la medicación y productos de cuidado necesarios para todo el período de vacaciones, pues podría resultarnos más complicado encontrarlos en nuestro lugar de destino.
- Tomarnos nuestro tiempo para cada visita, no presionarnos demasiado. Las vacaciones son para relajarnos y disfrutar, por ello debemos respetar nuestro propio ritmo para las actividades que realicemos.
Es innegable que cuando existe una limitación importante en la movilidad, viajar se vuelve más difícil y debemos tener en cuenta muchas más cosas, pero no por ello tenemos porque renunciar a irnos de vacaciones. Con una buena planificación es posible tener una buena experiencia en vacaciones, independientemente de si tenemos o no una discapacidad.
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Comprendiendo el dolor neuropático
Mientras que el dolor nociceptivo se inicia como una respuesta protectora del cuerpo a una lesión o enfermedad, el dolor neuropático se produce debido a una disfunción del sistema nervioso. Puede ser causado por diversas condiciones, como lesiones en los nervios, herpes zóster, lesiones en la médula espinal, accidentes cerebrovasculares u otras afectaciones neurológicas. A diferencia del dolor agudo, el dolor neuropático puede persistir durante semanas, meses e incluso años.
Los síntomas del dolor neuropático varían de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen:
- Sensaciones de quemazón, hormigueo o pinchazos.
- Dolor punzante o lancinante.
- Sensibilidad extrema al tacto o cambios de temperatura.
- Entumecimiento o debilidad en las extremidades.
- Dolor que empeora durante la noche.
- Dolor que se dispara o se extiende a otras áreas del cuerpo.
El tratamiento del dolor neuropático puede ser complejo y requiere un enfoque interdisciplinario que incluye la fisioterapia.
Los fisioterapeutas a través de movilizaciones estandarizadas, podemos realizar pruebas que ponen en estrés diferentes estructuras y de esta forma saber si existe alguna disfunción, como puede ser un exceso de tensión neural. Si se detecta un exceso de tensión, existen movilizaciones pueden ayudar a que los nervios se puedan deslizar mejor y de esta forma no sufran tanto cada vez que realizamos un movimiento que los pone en tensión. Un programa de ejercicio terapéutico adaptado a las necesidades de cada persona, también puede ayudar y prevenir o romper el habitual circulo vicioso de dolor, inmovilidad y discapacidad.
A veces puede ser difícil lidiar con el dolor neuropático, especialmente si existe una lesión permanente en el sistema nervioso, como puede ser una lesión medular. En estos casos es importante una buena educación sobre el dolor; saber que estímulos son los que empeoran tu dolor y cuáles son los que lo mejoran puede ayudar mucho. De forma genérica, el dolor neuropático no se lleva bien con cambios bruscos de temperatura o posturas mantenidas que causan demasiado estrés al sistema nervioso.
Vivir con dolor neuropático no es fácil, pero buscar apoyo, aprender sobre tu condición y adoptar estrategias de autocuidado pueden marcar una gran diferencia en tu calidad de vida. Recuerda que cada persona es única y puede requerir un enfoque personalizado para manejar su dolor .