Vuelta al cole: cómo elegir una mochila
Septiembre ya está aquí y casi tenemos que despedir el verano para dar la bienvenida a un nuevo curso escolar.
Estamos en época de compras escolares y un aspecto importante es la elección de una mochila. Se espera que la mochila acompañe al niño durante todo el curso. Por lo tanto, es una decisión que no debemos tomar a la ligera y en la que hay que tener en cuenta muchos más aspectos que la moda del momento.
Algunas de las recomendaciones a la hora de elegir una mochila son las siguientes:
- Tamaño y capacidad: La mochila debe ser lo suficientemente grande para llevar el material escolar, pero no tan grande que resulte incómoda o abrumadora para el niño. Una mochila demasiado grande podría causar problemas de espalda.
- Diseño ergonómico: NO recomendamos mochilas de ruedas o bandoleras, ya que promueven un patrón de carga asimétrico, lo cual puede dar lugar alteraciones posturales y/o estructurales en el desarrollo musculo-esquelético del niño . Opta mejor por una mochila para llevar a la espalda con correas ajustables y acolchadas para los hombros. Las correas anchas ayudan a distribuir el peso de manera más uniforme. Un respaldo acolchado que se adapte cómodamente a la espalda del niño también dará mayor confort.
- Peso vacío: Asegúrate de que la mochila en sí no sea demasiado pesada, ya que al añadir el material escolar aumentará el peso total. Una mochila ligera es especialmente importante para los niños más pequeños.
- Facilidad de uso: Opta por una mochila que sea fácil de abrir y cerrar para el niño. Cremalleras y cierres de calidad son esenciales para evitar frustraciones.
- Reflectores: Si el niño camina o va en bicicleta a la escuela, una mochila con elementos reflectantes puede aumentar su visibilidad y seguridad.
- Diseño: Invita al niño a participar en la elección para que pueda expresar sus preferencias en cuanto a diseño, color, dibujos... Elegir algo que le guste puede aumentar su entusiasmo por llevarla.
En conclusión, la elección de la mochila escolar adecuada para tu hijo es esencial para su comodidad y salud a largo plazo. Con estas pautas en mente, estarás bien preparado para encontrar la mochila perfecta que se ajuste sus necesidades. ¡Feliz vuelta al cole!
La imagen anteriormente utilizada ha sido obtenida del siguiente sitio web enlace
Fisioterapia en el trastorno del espectro autista
¿Cómo podemos ayudar desde la fisioterapia a los niños con autismo?
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición neurológica que afecta al desarrollo y funcionamiento social, comunicativo y comportamental de una persona. Se sabe que existen alteraciones estructurales a nivel del sistema nervioso central de personas con TEA, principalmente a nivel de la corteza prefrontal y el cerebelo. Estás áreas del cerebro se encargan, entre otras funciones, de la planificación motora y la coordinación de los movimientos. Por lo tanto, también puede verse implicado el desarrollo motor, que es el que abordaremos desde la fisioterapia.
El término "espectro" se utiliza porque el autismo abarca una amplia gama de características y niveles de severidad, lo que significa que las personas con autismo pueden tener experiencias y síntomas muy diferentes. Nos podemos encontrar niños con TEA que presenten un desarrollo motor sin alteraciones, aunque algunos de ellos pueden estar en los límites inferiores de los percentiles o presentar retraso motor. Es en estos casos en donde es clave la figura del fisioterapeuta para guiar al niño y a la familia en la adquisición de los hitos motores. El fisioterapeuta infantil cuenta con distintas herramientas, como escalas de desarrollo ,que permiten evaluar en que punto del desarrollo motor se encuentra el niño. De esta forma, si existen indicios de un retraso en el desarrollo motor se puede detectar de forma precoz y empezar a trabajarlo cuanto antes.
Entre los aspectos que se pueden abordar desde la fisioterapia en personas con TEA, se encuentran la motricidad gruesa y fina, el control postural y la coordinación. Además, la fisioterapia puede abordar problemas relacionados con la postura y el tono muscular. Todo ello repercutirá en la independencia del niño a la hora de realizar actividades como: caminar, saltar, correr, pintar o juegos con pelota entre otros.
La fisioterapia puede desempeñar un papel significativo en el tratamiento de personas con autismo, especialmente cuando se combina con otros enfoques interdisciplinarios. La colaboración entre diferentes profesionales y una comprensión integral del autismo son fundamentales para brindar un apoyo efectivo a los niños con autismo y a sus familias.