Fisioterapia del Suelo Pélvico en Patologías Neurológicas
En nuestro último artículo, explicamos que las afectaciones de la función vesical, intestinal y sexual son muy frecuentes en personas con patologías neurológicas. Sin embargo, la fisioterapia del suelo pélvico en patologías neurológicas está todavía poco estudiada. Se requieren investigaciones con muestras más amplias y homogéneas para generar evidencia científica sólida y establecer recomendaciones de tratamiento claras. A pesar de estas limitaciones, la Asociación Europea de Urología enfatiza la importancia del tratamiento conservador como primera línea de acción.
El entrenamiento de los músculos del suelo pélvico puede ser beneficioso para aquellos pacientes que conservan la capacidad de contraerlos voluntariamente. La capacidad de contraer la musculatura del suelo pélvico varía según la naturaleza y gravedad de la afectación neurológica. Por ejemplo, en el caso de una persona con lesión medular, va a depender de la localización de la lesión y, sobre todo, de si la lesión es completa o incompleta. Un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico puede evaluar esta capacidad contráctil y diseñar un programa de fortalecimiento muscular adaptado a cada caso. Si existe contracción, aunque sea débil, puede trabajarse para fortalecer esta musculatura, al igual que lo hacemos en otros músculos del cuerpo.
La estabilidad central del cuerpo, conocida como "core stability", desempeña un papel crucial en la estabilidad de la pelvis y en los mecanismos de continencia. Por lo tanto, se recomienda iniciar el tratamiento específico del suelo pélvico una vez que el paciente haya alcanzado una estabilidad central adecuada, es decir, cuando consiga mantener una sedestación erguida activa y estable.
Además, el control postural y respiratorio también son mecanismos neuromuscularmente dependientes. Desde la fisioterapia podemos evaluar y mejorar el tono y la función de los músculos implicados en estos procesos, como son el diafragma, el transverso del abdomen, los oblicuos internos y los músculos del suelo pélvico.
En cuanto a las técnicas de tratamiento, las Guías de Práctica Clínica actuales respaldan la combinación de diversas modalidades, como la terapia manual, la electroterapia, el ejercicio terapéutico y el biofeedback. Es responsabilidad del fisioterapeuta seleccionar las técnicas más adecuadas para cada paciente, basándose en un proceso de razonamiento clínico.
En resumen, aunque queda mucho por investigar en el campo de la fisioterapia del suelo pélvico en pacientes neurológicos, la experiencia clínica respalda la importancia de conseguir una buena estabilidad postural central antes de abordar de manera específica la musculatura del suelo pélvico. Es esencial combinar varias técnicas de tratamiento, siempre bajo un enfoque clínico reflexivo y adaptado a las necesidades de cada individuo.
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La información de este post ha sido extraída del libro Torres M, Meldaña A. Fisioterapia del Suelo Pélvico. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2022.
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